Federico el Grande
Hasta ahora, Federico Peralta Ramos ha sido una de
las grandes pequeñas leyendas del circuito artístico argentino: serruchó
sus cuadros porque no pasaban por la puerta de una galería, dilapidó
una beca Guggenheim organizando un banquete para sus amigos en el
Alvear, se internó en un neuropsiquiátrico para evitarse un juicio por
comprar sin dinero en una subasta, fundó una religión y supo ser el
centro del Florida Garden, la Galería del Este y cuanta boîte pisara.
Sin embargo, poco se ha hecho por valorar su obra. Ahora, una
retrospectiva del Museo de Arte Moderno de Buenos Aires, que incluye
pinturas, dibujos, servilletas, fotos y videos, le hace justicia y
rescata al artista de deslumbrante lucidez e intuición que se definía
como “aquel boomerang que no quiso volver porque se encontró con Dios”.
fuente: RADAR .
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